La pulpa dental es el tejido blando localizado en el centro del diente; forma, soporta y está rodeado por dentina. La función primaria de la pulpa es formativa, debido que de ahí surgen los odontoblastos que forman la dentina. Después de la formación dental la pulpa proporciona varias funciones secundarias relacionadas con la sensibilidad, hidratación y defensa del diente.
Las lesiones a la pulpa producen molestia y enfermedad; en consecuencia, la apariencia y salud de una pulpa son considerados importantes en el plan de tratamiento.
La lesión pulpar produce muerte celular que causa inflamación. El grado de inflamación es proporcional a la intensidad y gravedad del daño tisular. Por ejemplo, la caries profunda, los procedimientos extensos y los irritantes persistentes casi siempre producen cambios inflamatorios más graves. Depende de la gravedad y duración de la agresión, y de la capacidad del huésped para responder; la respuesta pulpar va desde una inflamación transitoria (pulpitis reversible) a una pulpitis irreversible y después a una necrosis pulpar.
MICROBIANOS: La caries dental y los microorganismos de los conductos, constituyen las fuentes principales de irritantes microbianos de la pulpa y de los tejidos perirradiculares. La exposición directa de la pulpa a microorganismos no es un prerrequisito para la respuesta pulpar, e inflamación; los microorganismos en la caries producen toxinas que penetran a la pulpa a través de los túbulos. Al progresar la caries hacia la pulpa, cambia la intensidad y el carácter del infiltrado.
FÍSICA: Las preparaciones de cavidad o coronas dañan los odontoblastos subyacentes. Como resultado, la permeabilidad dentinaria es mayor mientras más cerca está de la pulpa. Por tanto, la probabilidad de irritación pulpar aumenta mientras más dentina se elimine. El daño pulpar es proporcional a la cantidad de estructura dental eliminada, así como la profundidad de eliminación.
La lesión por impacto, con o sin fractura de corona o raíz, produce daño pulpar. La gravedad del traumatismo y el grado de cierre apical son factores importantes en la recuperación de la pulpa
QUÍMICOS: incluyen soluciones de irrigación que se utilizan durante la limpieza y la preparación del conducto, medicamentos intraconductos y sustancias presentes en los materiales de obturación. La mayoría parte de los irrigadores y medicamentos son tóxicos y nos son biocompatibles.
PULPITIS REVERSIBLE
Es una inflamación de la pulpa que no es grave; si se elimina la causa, la inflamación se revierte y la pulpa regresa a la normalidad. Los estímulos de acción media y corta, como la caries incipiente, la erosión cervical o la atrición oclusal, la mayor parte de los procedimientos operatorios, el curetaje periodontal profundo y las fracturas del esmalte, producen exposición de los túbulos dentinarios que causan pulpitis reversible. La eliminación de los irritantes y el sellado y aislamiento de la dentina vital expuesta disminuyen los síntomas.
PULPITIS IRREVERSIBLE
Es una inflamación grave que no se resuelve incluso aunque se elimine la causa. La pulpa progresa de manera lenta o rápida hacia la necrosis. A menudo es secuela y progreso de la pulpitis reversible.
La pulpitis irreversible también está asociada con unos episodios intermitentes o continuos de dolor espontáneo.
Síntomas:
El dolor de la pulpitis irreversibles puede ser agudo, sordo, localizado o difuso, y puede durar sólo unos minutos o hasta horas. La aplicación de estímulos, como calor y frío, producen un dolor prolongado.
Si la inflamación se confina y no se ha extendido en sentido periapical, el diente responde dentro de los límites normales a la palpación y la percusión. La extensión de la inflamación al ligamento periodontal produce sensibilidad a la percusión y mejor localización del dolor.
Pruebas y tratamiento: Mientras la inflamación se encuentra confirmada dentro de los conductos radiculares y no se haya extendido dentro de los tejidos periapicales, las respuestas de los dientes serán dentro de los límites normales a las pruebas de palpación y percusión. La extensión de la inflamación pulpar al ligamento periodontal causa sensibilidad y una mejor localización del dolor por parte del paciente. El tratamiento de conductos radiculares o la extracción es el tratamiento de selección para estos dientes con signos y síntomas de pulpitis irreversible.
NECROSIS PULPAR
La pulpa se encuentra encerrada en paredes rígidas, no tiene circulación sanguínea colateral y sus vénulas y linfáticos, se colapsan bajo la presión tisular aumentada. Por lo tanto la pulpitis irreversible lleva a la necrosis por licuefacción. Si el exudado que se produce se absorbe o drena a través de la caries o la exposición dentro de la cavidad oral, la necrosis pulpar se retarda y la pulpa radicular puede mantenerse intacta por mucho tiempo. Además de la necrosis por licuefacción, la necrosis isquémica de la pulpa dental puede ocurrir como resultado de una lesión traumática y por la interrupción del suministro sanguíneo.
Síntomas:
La necrosis pulpar casi siempre es asintomática, pero puede estar asociada con episodios de dolor espontáneo o a la presión. En aquellos dientes con necrosis pulpar, el dolor provocado por la aplicación de calor no se debe al aumento de la presión intrapulpar; sin embargo, se cree que aplicar calor a los dientes con necrosis de licuefacción causa expansión térmica del gas presente en el conducto radicular, que provoca dolor. La aplicación de frío, calor o estímulos eléctricos a los dientes con pulpas necróticas no producen dolor.
Pruebas y tratamiento:
Es posible encontrar varios grados de respuestas inflamatorias que van desde pulpitis irreversible hasta necrosis en dientes multirradiculares y puede causar confusión cuando se les aplican pruebas para saber si responden. Más aun , los efectos de la necrosis pulpar con rareza se limitan dentro del conducto radicular. Como resultado de la difusión de las reacciones inflamatorias hacia los tejidos periapicales, los dientes con pulpas necróticas muchas veces son sensibles a la percusión. El dolor a la palpación es una indicación adicional de un compromiso periapical. El tratamiento de conductos radiculares o la extracción esta indicada en dientes con pulpas necróticas.
Richard E. Walton. Endodoncia principios y practica clínica, editorial Interamericana 1990 España. pp 39- 40.